domingo, 22 de abril de 2012
Claudio María Dominguez
Quizás por que
Eso viola un principio socialmente muy arraigado que se basa en que quien mejor conoce algo es quien lo vivió, es más, el mismo principio descalifica en su saber a alguien que esta hablando de algo que no vivió. Pero pocos historiadores vivieron la historia que cuentan y no por ello su labor pierde prestigio, al contrario, si la vivieron puede ser contraproducente ya que aumentaría aún más el sesgo natural de todo análisis.
El viejo sabio, ese druida que aún habita en el saber popular, no es sabio por tener mas experiencias que los jóvenes, es sabio porque reflexionó sus experiencias y, sobretodo, porque puede relativizarlas y reinterpretarlas en el contexto actual.
viernes, 6 de abril de 2012
Afirmar la vida
Este texto lo saqué del blog de Alejandro Rozitcher, me pareció interesante lo que dice sobre que el pensamiento racional quiere imponer sus criterios a la naturaleza.
Afirmar la Vida: La idea la conocí con Nietzsche. Afirmar la vida es decirle sí al fenómeno real de la naturaleza y de la existencia, abandonar el reparo y la costumbre absurda de objetarle cosas. “No estoy de acuerdo con la naturaleza” parece decir el humano que se siente molesto con las crudas realidades del poder y la muerte. “Pues nadie te preguntó nada”, respondería la vida si pudiera, fruto de una evolución que ha tomado miles de millones de años y que no puede ser alterada por una racionalidad que cree poder imponer sus criterios.
Para Nietzsche el origen del valor es la posición de cada uno frente a la vida. Y depende del grado de fuerza. Las morales valiosas son las que afirman la vida, las que la niegan no están a la altura de la existencia. Niegan la vida las morales que desprecian el cuerpo, que miran a la complejidad de la experiencia humana como si fuera algo defectuoso o enfermo.
martes, 3 de abril de 2012
Una de convoy
La dictadura no solo fue cruel y sádica, fué torpe e incompetente. Torpe en su accionar, incompetente militarmente. Aunque conocían a su ejército mejor que nadie, su mayor ejército en ese momento era la sociedad argentina que despreciaba la democracia y avalaba la violencia como método de resolución de conflictos. Yo me acuerdo de eso, de los discursos en mi casa y en casa de padres de amigos. Conocían tanto a la sociedad de esa época que sabían que con lo de Malvinas iban a estar todos con las banderas flameando como en el mundial 78. Solo que no les salió tan bien la gesta como la del mundial. Tal vez intentaron coimear a Margart Tacher como hicieron con el 6 a 0 a los Peruanos y La de Hierro no cedió, no tanto porque sea incorruptible sino porque vio que ganaba más con la guerra. Y ahí se les vino el mundo abajo a los ineptos. Qué estúpidos dios mio! no se si lo digo por los militares o por la sociedad de ese momento. Siento eso por ambos. Creo que mejor lo expresa Luis Bruschtein:
Hasta la misma conducción de Montoneros, en un gesto entre trágico y patético, se ofreció como voluntaria para ir a combatir a las islas. Sin embargo, el sentimiento popular por la recuperación de las Malvinas no alcanza a explicar por sí solo la posibilidad de ese engaño. Hay un contexto histórico, y sobre todo una cultura política de época, que ayuda a completar ese mecanismo.
Para una sociedad como la argentina de aquella época, sin tradición democrática y con una cultura de violencia para resolver sus conflictos, la dictadura no estaba tan lejos como ahora. Era una sociedad esencialmente ambigua y contradictoria para hablar de democracia y de violencia, una sociedad que había formado a las Fuerzas Armadas como el Partido Militar de una minoría, una sociedad que había naturalizado los golpes militares, las proscripciones y la represión, que había silenciado fusilamientos y bombardeos, una sociedad que había sacrificado en la hoguera de la violencia a lo mejor de una generación y se disponía a hacerlo nuevamente con los jóvenes conscriptos que eran entregados en guarda a los torturadores.
La idea de sociedad no está centrada en este caso tanto en las personas sino más en los valores que ordenaban las actitudes de las personas, porque hasta las rebeldías estaban regidas por parámetros donde las ideas de democracia o de resolución pacífica de los conflictos no aparecían muy valoradas.
lunes, 2 de abril de 2012
Paseos callejeros
Es cansador ver tantas inmobiliarias, algo tan poco productivo, tan poco creativo. Plata fácil. Me causan hastío. Nada más aburrido que pasar por delante de una inmobiliaria.
A una mujer que se afeitaba* y estaba hermosa
*afeitar: Adornar, hermosear. Actualmente sería el equivalente a maquillar.
Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que aquel blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.
Pero tras eso confesaros quiero
que es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual de rostro verdadero.
Mas ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?
Porque ese cielo azul que todos vemos,
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!
Soneto de los hermanos Argensola, poetas del Barroco.