A veces ingreso por primera vez a una pyme y me encuentro con que el responsable de calidad es muy idóneo, sabe lo que hace y tiene experiencia. Inmediatamente, empiezo a pensar que soy superfluo para esa empresa, ya que es poco lo que les puedo aportar desde afuera, cuando la pyme tiene una persona bien entrenada dentro y que encima esta ocho hs. por día en la empresa y por lo tanto mucho más interiorizado de los pormenores y problemas de la misma. Pero si uno sigue hablando, y metiéndose en las internas del dueño, los operarios y los mandos medios, empiezan a aparecer cuestiones organizacionales e interpersonales, que son el verdadero escollo para que la pyme crezca, o para que el dueño no muera de un infarto en dos años. Mi labor se convierte, de pronto, en una labor de recursos humanos. La calidad, la certificación de productos, pasan a segundo plano debido a que este problema es mucho más acuciante. Entonces me pregunto por qué mejor no contratan a un especialista en couching, o en recursos humanos. Porque no tienen identificada su necesidad, no saben que existen los couchings y sobretodo, más que nada, es porque no respetan a alguien que no este en su rubro, que no conozca la técnica específica, que no se haya "ensuciado" un poco las manos como ellos. Desconfían del teórico como de los abogados, con cierta razón a veces, y porque no los comprenden, en la mayoría de los casos.
Los couching son como los psicólogos en sus comienzos, les desconfían porque son nuevos. Pero a medida que se den a conocer y vean los resultados los van a aceptar.
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