Belleza

En el planeta Arriet cada individuo nace con extensión que se asemeja a una espada. En el estado evolutivo actual, la sociedad de Arriet tiene armas más sofisticadas que su arma de nacimiento para defenderse, así que las "espadas" con las que todos nacen, son más un factor cultural que algo de uso práctico. En los machos, la espada es casi irrelevante, en el sentido de que su valor cultural es mínimo, pero en las hembras es central, es un valor apreciado que todas cuidan y destacan: los machos mueren por una Arrietana con una espada brillante y filosa. Algunas nacen con espadas llamativas, y resultan altamente atractivas para los arrietanos, otras, menos favorecidas por el azar de los genes, apenas nacieron con una daga, un cuchillo o, en el peor de los casos, tan solo un pedazo de hierro blando, proclive a oxidarse rápidamente. La calidad del metal y el cuidado que se haga de él, determina la perdurabilidad del brillo y que, el inexorable óxido, tarde más en venir.

Es importante que las arrietanas aprendan desde chicas a cuidar y adiestrarse en el manejo de su espada, ya que su filo se les puede volver en contra. Una arrietana con una espada llamativa es codiciada, y si no maneja bien la esgrima, puede hacerse mucho daño a si misma, o peor aún, dejar que alguien maneje su espada por ella y le haga daño. Como cualquier bien que muchos quieren, las buenas espadas son codiciadas y como no pueden ser robadas aisladamente, las arrietanas deben cuidarse de que las roben a ellas junto con sus espadas. Ese robo puede ser no solo en sentido literal, sino que puede ser producto de la dominación ideológica por parte de un arrietano, o producto del descuido e impericia de la arrietana en el manejo de su espada. Por eso, las buenas madres, las entrenan en el uso desde chicas y tratan de camuflar las espadas de sus hijas para que no sean blanco de la codicia, antes de que ellas puedan aprender a defenderse por sí mismas. Un arrietana con una buena espada y bien entrenada en su uso, es casi invencible socialmente. Pero si es torpe, si alardea, si usa el poder de su espada en forma irresponsable y caprichosa, sus días de gloria están contados; se hará heridas a sí misma, o alguien más alardeará con su espada sin otorgarle nada a cambio.