sábado, 22 de octubre de 2011

Modelos interpretativos

En las relaciones de pareja y, relaciones humanas en general, se puede explicar la dinámica interpersonal con distintos modelos interpretativos. Uno de esos modelos, es el que sostiene que las relaciones se desarrollan con una lógica similar a la de los negocios, uno da algo que el otro no tiene y viceversa, hay un beneficio mutuo semejante a una negociación comercial, en donde el intercambio se realiza con diversas monedas, el ejemplo más común de este modelo interpretativo se ve cuando la gente dice que el "valor" de la mujer esta en su belleza la cual intercambia por la seguridad que le da el hombre. A la seguridad del hombre, habitualmente se la llama con otro nombre: tener dinero. Al igual que en una transacción comercial, el hombre "compra" la belleza de la mujer y a su vez la mujer compra, usando como moneda su belleza, la seguridad y status del hombre. Este intercambio "comercial", puede realizarse con una moneda que no es la plata ni la belleza, por ejemplo, con las emociones, y se da entre padres e hijos, yo te doy seguridad de chico y vos me cuidás de grande. También en cosas más cotidianas, si yo te acompaño al partido, después vos me acompañás a ir de compras al shopping, etc. Las relaciones de pareja y, en general, las relaciones humanas, son una seguidilla de transacciones comerciales.
Otro modelo es el del poder, todas las relaciones se basan en el poder relativo entre los involucrados. Un favor no es interpretado como un acto de bondad, si no, como una forma de adquirir un poder sobre el otro. El otro ahora me debe un favor y eso me da un poder cuya magnitud será acorde al favor hecho y a la culpa de la persona a la cual se le otorgó el beneficio. En esta interpretación, aún actos aparentemente sumisos son interpretados como una manipulación encubierta. Cuando una mujer le dice al marido, "esta bien, hacemos como vos querés" será interpretado, por los sostenedores de este modelo, como una estrategia de la mujer para finalmente lograr su cometido. Siempre, el que se basa en este modelo, considera que la otra persona trata de manipularlo, de hacerle hacer lo que él no quiere. La forma de evitar esto es estar alerta, leer entre líneas y, sobretodo, trabajar para tener más poder que los que nos rodean.
El tercer modelo es el tiene mejor prensa, y esta basado en una moral cristiana del amor y la solidaridad. El objetivo de los adalides de este modelo, es lograr ser más buenos que el resto o, mejor dicho, lo que se busca es que el resto crea que somos lo más buenos posible. Las acciones de pareja, están basadas en el amor y consideración por el otro, o por lo menos, ese es su ideal y tratan de convencer al resto de que ellos actúan bajo ese precepto. No son ingenuos, saben de la maldad del hombre, pero sostienen que hay un entorno de gente que puede manejarse con otros parámetros, ese entorno es la familia, la pareja, y los amigos. En ese campo, las acciones buenas no son hechas con el fin de obtener un poder sobre el otro, u obtener algo a cambio, como sostienen los modelos anteriores, el amor y la solidaridad desinteresada son los motores de estas acciones.
Con los tres modelos se pueden explicar las relaciones humanas, todos encuentran correspondencia con los hechos.

1 comentario:

  1. Estos modelos de comportamiento tienen que ver con la persona que interviene en cada caso. Puedo decir que conozco las variantes y a veces me encuentro en alguna de ellas y me da vergüenza porque aun en forma inconsciente uno tiende a manipular.

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