Marta
Minujin dice que su arte busca desubicar al que lo mira, es una arte
participativo que involucra a la gente, dice que trata de que la persona deje
de ser espectador y sea partícipe, como cuando siente miedo en un accidente,
pero ella busca que sea partícipe desde lo positivo, por eso pone un obelisco
acostado, cubre un edificio de una facultad con libros prohibidos por la
dictadura, hace una obra de 30 m hecha de pan dulces. También cuenta que pasó muchos años sin tener casi para comer, ahora vende una obra por 50 mil dólares
como si nada, una obra que el que la ve dice: "pero eso hasta yo lo puedo hacer", o su hijo de 5 años, como dice Tute. Marta provoca, la entrevistadora
le pregunta si no recibe insultos, si no se siente ridícula, Marta le dice que
sí a las dos cosas, pero que ella es ridiculizable y que le gusta serlo, que el
gusta el fracaso porque la hace crecer, el éxito anquilosa el espíritu. Y que
los insultos estan bien, hasta le tiraron con pomelos. Yo le creo a Marta, creo
que es sincera, que sufre la vida con sensibilidad de artista y trata de ser
auténtica y que, con buena onda y una sonrisa, nos muestra muchas de nuestras
miserias. Por eso los pomelazos.
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