domingo, 27 de mayo de 2012

Milgram

"No hay que buscar originalidad sino autenticidad. No respeto, historia, seriedad... sino osadía, deseo, informalidad. El melodrama puede ser superado." Alejandro Rozichner.


En una parte de su excelente libro, En Defensa Propia, Luís Moreno Ocampo dice: “Para que haya corrupción, el poder del dinero debe conseguir que el poder de la autoridad lo acepte y que otra autoridad no lo controle, y que para que todo eso ocurra usted tiene que aceptar seguir obedeciendo a esa autoridad aunque se dé cuenta que esta coimeando. Como en el fútbol, los espectadores pueden expresar su disgusto o dejar de ir a la cancha. Nadie tiene todo el poder.
Tanto trabajando como fiscal, como luego en grandes empresas privadas, comprobé que aún en los lugares de mayor corrupción, hay unos pocos que se benefician y "unos muchos" que, por distintas razones, toleran la situación. Si se les ofrece un canal confiable para que se distancien de la situación corrupta lo utilizan y se sienten muy bien, advierten que recuperan su dignidad.”

El ingenioso experimento de Milgram llega a una conclusión parecida en cuanto a la facilidad de la gente en aceptar pasivamente un régimen maligno. El voluntario pregunta "es mi responsabilidad", y el científico, la autoridad, le contesta que no. Entonces, ya más tranquilo, sigue aplicándole descargas cada vez mayores a un inocente solo porque la autoridad se lo indica. La extrema buena voluntad de los adultos en aceptar casi cualquier requerimiento ordenado por la autoridad, constituye el principal descubrimiento del estudio.

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