La ética consiste en acordar fronteras nítidas ideales para así no pisar las difusas fronteras reales.
La normalidad es una curiosidad estadística, casi siempre injusta.
Un mundo de prohibiciones invita a crear, un mundo de obligaciones a dimitir.
Espanta constatar que a ninguna religión le haya hecho ilusión apuntarse a alguno de los grandes logros morales de la humanidad, como la abolición de la esclavitud o la liberación de la mujer.
Jorge Wagensberg
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