miércoles, 14 de septiembre de 2011

Reuniones docentes

Hay un placer docente en criticar lo mucho que no saben sus alumnos. Qué cómo puede ser que no sepan tal o cual conocimiento básico, que lo mal que "vienen" ahora, y sobretodo disfrutan decir que todo tiempo pasado fue mejor, y que antes no era así y, de todos los tiempos pasados, el mejor fue en el que se educaron ellos. Rigor, disciplina, exigencia académica, sacrificio estudiantil, pocas concesiones, un calvario, que por suerte, el docente superó y llegó a ser el atleta intelectual que es en este momento, alguien bien formado: en parte, debido a la buena enseñanza del pasado, y en parte, a su propio sacrificio.
El discurso ese me tiene podrido. Cada vez es más evidente que el docente busca sentirse superior al alumno, no desde lo que sabe, lo cual sería obvio, sino desde un lugar más profundo, desde la voluntad y el sacrificio de estudiar que él tuvo, y ahora no ve en sus alumnos.
Siempre el problema son los alumnos, no escucho nunca decir que el docente debe mejorar el manejo del curso, la organización, empezar a medir el rendimiento, tanto suyo como de sus alumnos, mejorar las evaluaciones y tratar de cuestionarse ese discurso expositivo que recita hace años desde una tarima. Cero autocrítica. A pesar que las evidencias, de que el problema no esta solo en los alumnos, son evidentes. Si hay 10 cursos cuya población de alumnos se distribuyen al azar y son un grupo social homogéneo, no se entiende porque hay un curso con el doble de éxito que otros. Este éxito no solo referido a la cursada, ya que podría ser que el curso exitoso fuese más fácil que otros, sino con respecto a un examen global común a los 10 cursos. Pero esos números no le llaman la atención a nadie, tampoco que en un curso, los alumnos quieran anotarse masivamente y en otros no quiera ir nadie, dicen que es porque en esos cursos menos populares son más exigentes, tienen más nivel, pero resulta que en el examen común no se ve reflejado ese nivel, les va  peor que a los cursos numerosos. Así que, ¿de qué estamos hablando? ¿Vamos a seguir dando un discurso alarmista, culpando al alumno de todo sin responsabilizarnos de nada?
El discurso de la educación le gusta a todos, me refiero a resaltar lo importante que es educar. Es lo más importante, para la sociedad, para el país, para el mundo, para el Universo... pero en la práctica diaria no se ve que sea tan importante.
Ah, también una observación en cuanto al esfuerzo que ponen los pibes, por lo menos en ingeniería no veo mucho vago. Y si lo piensan es lógico, ¿quién se va a anotar en la carrera de ingeniería de la UBA sino piensa estudiar? Hay un vox populi generalizado, una cultura popular sobre esa carrera que ahuyenta a aquellos que le escapan a los libros.
El que ingresa a ingeniería ya pasó el CBC, sabe que va a tener que estudiar aún más física, aun más matemática. Nadie elige eso si quiere algo light. Así que, según yo lo veo, las dificultades de los alumnos de ingeniería son reales, realmente tienen dificultades, y esas dificultades persisten aún con el esfuerzo que hacen. Echémosle la culpa al secundario, a los padres, a mongo, pero no a que no quieren hacer esfuerzo, claro siempre alguno hay, es estadístico el análisis ¿qué porcentaje? Dejemos de hablar en las reuniones de excepciones como si fuese la regla. "Los alumnos no saben derivar", ¿cuántos? ¿En qué proporción del curso?, no saben escribir, interpretar textos, ¿cuántos?, ¿no saben interpretar textos, o les cuesta la transposición del texto de un problema a su planteo y resolución? Son cosas muy distintas y de niveles de complejidad diferente. Más cuidado docentes en nuestras críticas a los alumnos, traten de ser más específicos, más precisos, pero para eso, y sobretodo cuando hay muchos alumnos, hay que medir. Igual que en sus tareas de investigación, tienen que medir, después de todo, la educación es tan importante como la investigación, o por lo menos eso es lo que la mayoría manifiesta.

2 comentarios:

  1. Me parece un gran punto de vista!! Es verdad que uno siente que el nivel se va aflojando a medida que pasan los años, cada vez se exige menos pero probablemente no sea un problema de que los chicos no se esfuerzan, es muy probable que se esfuercen tanto como nosotros solo que tienen menos herramientas de base, y nosotros menos que nuestros padres. Ganamos otras herramientas pero me parece que no son de base son mas de "superficie". UNa vez un colega me dijo que cuando el tuvo su primera computadora estaba emocionado y se la mostró al abuelo, le mostró todo lo que se podía hacer y el abuelo le dijo "muy bueno pero si el que la maneja es un mono seguirá siendo un mono" y algo así me parece que nos puede estar pasando que no estamos apuntando desde que nuestros hijos son chiquitos a que piensen.

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  2. Tengo la suerte de ser mamá de un maestro-profesor de enseñanza técnica a quien los alumnos de años anteriores paran y consultan en los pasillos de las dos escuelas en donde trabaja, tanto en taller como en aula. Se perfeccionó, hizo la licenciatura en gestión educativa, pero no quiere tener la "suerte" de ser elegido para la conducción directiva. Quiere seguir en este camino que le da grandes satisfacciones.

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