martes, 1 de septiembre de 2015

Belleza y masividad

¿Hay una tensión entre la belleza, sobretodo arquitectónica y la masividad?. La masividad achata con el fin de llegar a muchos, lima contrastes y estandariza, lo bello es diferencia, es resaltar lo original, lo distinto, el detalle y la pasión del artista. Difícilmente lo bello pueda ser seriado y económico. Un ejemplo de esto, aunque no se si muy válido, lo veo en la ciudad de Rio Gallegos, chata y sin gracia, es cierto que el clima no ayuda, pero su arquitectura es deprimente chata y homogénea, en contraste veamos el edificio de aguas en la avenida Córdoba de Buenos Aires, o el de la antigua empresa generadora de electricidad Italo Argentina en el bajo porteño. Ambas construcciones son para deleitarse con la calidad de sus detalles, también, son representativas de una época de excesos y polaridad económica y social.

Hay dos preguntas que me surgen al ver estas construcciones, una es el clásico: "mirá todo lo que se podría haber hecho con esta plata si se hubiese destinado a fines sociales", la misma pregunta surge cada vez que se conoce un emprendimiento tecnológico de envergadura como ir a buscar cascotes a Marte.

Por otro lado, pienso en Río Gallegos y digo: ¿qué pasaría si este estilo se generalizase? todo un país de casas chatas iguales y sin gracia. Una depresión.

Hay una tensión entre belleza y masividad, entre ayudar al que no tiene y lo exclusivo, entre repartir un poco para todos y esto que vivimos. Sospecho cierto anacronismo en esto que digo, y me viene a la cabeza comunismo vs capitalismo, me pregunto si son congeniables para obtener lo mejor de cada uno, y lograr una especie de síntesis hegeliana.

Estos días estoy con eso.

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