Una candela en el camino...

"Si cada vez que eliminamos un arma hay una muerte menos, estamos avanzando." "Si con cada golpe al narcotráfico hay una familia menos que se destruye, estamos avanzando."

Así rezan los afiches publicitarios del gobierno de la provincia de Bs. As. Mientras tanto la mafia mató a Candela de 11 años. Tal vez si hubiese sido la hija de Mel Gibson, él hubiese ofrecido 4 millones de dólares a sus captores y final feliz. Pero parece que el padre, en vez de a Mel Gibson, se parecía más a Al Capone, y la pobre Candela fue víctima de un ajuste de cuentas. Pobre Candela, pobres niños que luego se hacen grandes y maltratan a otros niños. Niños grandes victimizando niños chicos.

Una banda de piratas del asfalto ajustó las cuentas con el padre de Candela y las puso en orden; en orden mafioso claro. 
Malos. Gente mala. Parece que hay buenos y malos como en las películas de Harrison Ford, la diferencia es que en las películas el final suele ser feliz, el bueno gana y salva a Candela. En la vida real no suele pasar eso, mas vale la regla es lo contrario, los finales tristes. Ganan los malos. ¿Quienes son los malos? ¿Los mafiosos que mataron a Candela, o la connivencia de esos piratas con la policía que los ampara? Ambos son muy malos, pero uno es la hoja y el otro la raíz y el tronco. El afiche del gobierno publicita la poda de árboles, mientras abona la tierra de la corrupción y la mafia.